martes, 31 de marzo de 2020

El diablo de la corrupción

Quien piense, a estas alturas de la historia de la humanidad, que la corrupción es un mal que sólo alcanza a la derecha, es que padece de una ceguera intelectual extrema. Mientras no exista límite en el patrimonio personal siempre habrá alguien con suficiente poder (la gran propiedad privada de la riqueza da ese poder) como para corromper a políticos y a funcionarios del estado, los cuales aspiran a tener cuanta más riqueza mejor y a pasar a engrosar las filas de la clase dominante. Un mendigo no puede ir por ahí pregonando que él no es corrupto, dado que su propia condición de mendigo se lo impide; para pasar la prueba ha de abandonar su condición de mendigo y ocupar un cargo donde se maneje el dinero de lo público. Si Podemos alcanzara el poder político a nivel de toda España ha de tener presente que en el seno de sus filas va a emerger inevitablemente la corrupción; al menos que los miembros de Podemos sigan pensando que ellos son seres puros e incorruptibles, provenientes no de la sociedad real en la que vivimos, sino de no se sabe que avanzada civilización allende las galaxias.

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