domingo, 3 de julio de 2016

Música y Conceptos



En una discusión de teoría musical un músico habla de “los grados que componen la tonalidad”. Y yo le digo: “La tonalidad no se compone de grados, se compone de armonías, el grado es lo abstracto, la armonía es lo concreto; hablamos, pues, de la armonía de un determinado grado, de la armonía de la Sensible, por ejemplo.” Ahora viene alguien, que se presenta como músico, y me dice: “ armonía y tonalidad son palabras que pueden emplearse de muchas maneras según el contexto. Y hay que ser muy retorcido para no querer ver en qué sentido las emplea tu contertulio”.
Estas palabras no son más que ruido que pretenden negar sin argumentar lo afirmado por mí. Para afirmar lo que yo afirmo, y para entenderlo, hay que estudiar mucho y bien, y durante muchos años; para afirmar lo que dice este supuesto músico no hay que estudiar nada. Armonía y Tonalidad no son meras palabras, sino que son nombres de conceptos, no son las palabras las que conforman una teoría, teoría musical en este caso, sino que son los conceptos. En el concepto es necesario distinguir el nombre del concepto del contenido del concepto. Por su intervención se sabe que este cristiano lo único que sabe de los conceptos Armonía  y  Tonalidad son sus nombres, de los contenidos de estos conceptos no sabe nada; es por esa razón que afirma que  Armonía  y  Tonalidad son palabras que pueden emplearse de muchas maneras según el contexto. Armonía y Tonalidad como palabras carecen de utilidad práctica, como conceptos si que tienen utilidad. Los conceptos pueden ser pobres en contenido o ricos en contenido; un concepto pobre en contenido es un concepto no desarrollado y por tanto de poca utilidad para las prácticas musicales de la composición y de la interpretación. Con la  Armonía está emparentado el Acorde, veamos una definición de acorde, propia del sistema de educación musical dominante, tomada de un libro titulado La educación musical y su didáctica, editado por el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Educativa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria: “Tres o más notas tocadas simultáneamente forman un acorde”. Esto es un ejemplo de lo que es un concepto pobre en contenido, no desarrollado, que, además, está plagado de errores. (1) Las notas son nombres (Do, Re, Mi,...) y por lo tanto carece de toda lógica hablar de “tocar las notas”; (2) Los tonos ( no las notas) de un acorde pueden sonar simultáneamente o no.
Desarrollemos el concepto de Acorde, lo cual es desarrollar el concepto de Armonía. La base de una determinada armonía es siempre un determinado acorde; por ejemplo la base de la armonía de Do Mayor es el acorde triada mayor de Do (Do/MI/Sol). Dentro de una tonalidad, una determinada armonía es representativa de un determinado grado. Por ejemplo, en la tonalidad mayor de Do, la armonía del primer grado, la armonía de tónica, es la armonía mayor de Do que se basa en la triada mayor de Do (Do/Mi/Sol). Si voy de lo más abstracto a lo más concreto, tengo que lo más abstracto es el grado, en este caso, el I. Menos abstracto es C, que indica que la armonía de ese grado es la de Do Mayor. Más concreto es cuando digo los tonos del acorde triada en la que se basa esa armonía (Do/Mi/Sol). Pero todavía ese grado de concreción no es suficiente para la música, es necesario acudir al contrapunto para que la armonía de ese grado se concrete definitivamente. En la imagen se muestran dos distintas concreciones de la armonía mayor de Do, a las cuales se llega por medio del contrapunto; en (a) La armonía está compuesta por dos acordes distintos y en (b) la armonía está compuesta por cinco acordes distintos. Por medio de estos dos ejemplos vemos que es necesario distinguir entre armonía y acorde, y que una armonía puede estar constituida por más de un acorde.




El músico que está armado con muchos conceptos bien desarrollados es el que tiene la capacidad para inventar, para crear; por el contrario, el músico que está armado, desarmado, con pocos y pobres conceptos, no desarrollados, es el músico que se limita a copiar. Decía Miles Davis que para ser original hay que saber mucha teoría.
En relación a lo de ser muy retorcido. En el libro Poética Musical de igor Strawinsky encontramos lo siguiente: “¿Qué diremos si oímos hablar,como es tan corriente, de un ritmo acelerado? ¿Cómo un espíritu sensato puede cometer tal error? Porque al fin y al cabo una aceleración no puede alterar más que el movimiento. Si yo canto dos veces más de prisa el himno de los Estados Unidos modifico su tempo, no cambio nada a su ritmo, puesto que las relaciones de duración permanecen invariables.”
Si sigo la holgazana conducta intelectual de mi contrincante, porque soy un espíritu sobrio, un espíritu muerto que vive satisfecho con lo poco, al conocimiento de la teoría musical me refiero, le diré a Strawinsky “¡Qué retorcido eres!” Pero si soy un espíritu que siempre le parece poco lo que sabe y tiene permanentemente la necesidad de profundizar, desarrollar, los conceptos, caeré en la cuenta de que Strawinsky me está ofreciendo un concepto de Ritmo más profundo, más claro y más pegado a la práctica, que el que me ofrece la teoría musical convencional: “El Ritmo es un conjunto de relaciones de duración”.
Yo no escribo para los necios, ignorantes majaderos, yo escribo para los espíritus que tienen necesidad de aprender, para los espíritus que están de parte de la cultura y en contra de la barbarie. Los necios con su bulla me dan la oportunidad de poner en anda el pensamiento y producir lo duradero; la bulla de los necios se desintegra en poco tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario