Trabajos de Vicente Umpiérrez Sánchez sobre filosofía, social política, teoría musical crítica y poesía.
martes, 19 de julio de 2016
La falsa síncopa
Resulta desolador el comprobar una y otra vez como el común de los profesores de música se resiste de la manera más reaccionaria a cuestionar muchos conceptos de la teoría musical que se demuestran en la práctica como falsos; uno de esos conceptos es la Síncopa. Dice la teoría musical convencional: “Se produce síncopa cuando un sonido comienza en parte o fracción débil del compás y se prolonga hacia la parte o fracción fuerte”. Eterna definición de Síncopa, que todo lo que tiene de eterna lo tiene de falsa. Esta definición parte de una premisa falsa, a saber, que las partes y subdivisiones de parte del compás se distinguen entre acentuadas (fuertes) y no acentuadas (débiles). El compás es una división abstracta del tiempo, las divisiones del compás son igualmente abstractas, por lo tanto, esas partes del compás no pueden ser ni fuertes (acentuadas) ni débiles (no acentuadas); los sonidos, lo concreto, son los que si pueden diferenciarse entre acentuados y no acentuados.
Pero demos por bueno lo de la diferenciación de las partes del compás en acentuadas y no acentuadas, y pongamos un ejemplo que refleje la anterior definición de Síncopa. La ilustración (a) muestra cómo es la distribución de las partes débiles y fuertes, según la teoría convencional; según esta misma teoría vemos una síncopa (señalada por la flechita) en la ilustración (b), ataque de sonido en parte débil del compás y prolongación del mismo a la parte fuerte que sigue. Ahora vamos a representar de modo distinto ese ritmo, ilustración (c). Según esta definición de síncopa, el sonido que antes era síncopa, ahora ha dejado de serlo; llegamos así a que un determinado ritmo es sincopado o no, dependiendo de la representación gráfica del mismo. Así que nos vamos ahora a una tribu africana, transcribimos uno de los ritmos sincopados que ejecutan y, dependiendo de que representación gráfica elijamos, ese ritmo puede ser que deje de ser sincopado; un rascacielos de lo absurdo.
El punto de partida de la falsedad de este concepto de síncopa es que para su elaboración se parte de la representación gráfica del ritmo, en vez de partir del ritmo mismo. Otra falla que tiene este concepto es que le da a la síncopa un carácter absoluto, cuando la síncopa tiene un carácter relativo, dado la síncopa es producto de una relación, la relación que se establece entre un sonido acentuado y el pulso explícito. Como en este caso estamos haciendo abstracción de la altura, es el aspecto de la duración quién determina la acentuación; en general, los sonidos de mayor duración resultan acentuados en relación a los sonidos de menor duración. En la ilustración (d) se muestran los sonidos acentuados, acentos que son independientes de la representación gráfica del ritmo.
Cantamos ese ritmo y lo acompañamos de un pulso. Sea el pulso Binario (Negra) o el pulso ternario (Negra con puntillo), el primer sonido, que es sonido acentuado, coincide con la pulsación, por tanto no es síncopa. El segundo sonido, que es sonido acentuado, coincide con la pulsación si el pulso es ternario, no se produce síncopa; y no coincide con la pulsación si el pulso es binario, se produce síncopa. Esto es lo que nos dice la práctica: "Se produce síncopa cuando no hay simultanetidad entre acentuación y pulsación".
Podemos claramente observar que el concepto de síncopa de la teoría musical convencional se muestra como falso cuando se enfrenta a los criterios de verdad del pensamiento lógico y de la práctica.
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