miércoles, 19 de mayo de 2021

Socialismo dentro del Capitalismo [1]

Los marxistas —marxistas revolucionarios se llaman a sí mismos— en su inmensa mayoría se empeñan una y otra vez en buscar el Socialismo fuera del Capitalismo. Aunque ellos se consideran dialécticos, en la práctica no lo son, no tienen claro que Capitalismo y Socialismo forman una unidad de contrarios, y no tienen claro que es hacia esa unidad a donde hay que dirigir la mirada para descubrir el Socialismo. El Capitalismo, como cualquier cosa, al desarrollarse engendra su contrario, el Socialismo. Durante toda la existencia de la URSS el marxismo asumió que la contradicción Socialismo-Capitalismo era una contradicción externa que se concretaba en la confrontación de EEUU con la URSS, una confrontación de dos modelos opuestos; de forma que quedó anidada en las cabezas de los mortales —independientemente de cual fuera su ideología— que la Humanidad se encontraba ante la elección de dos modelos. En esa confrontación uno podía oír por parte de la izquierda marxista cosas como que el capitalismo había fracasado, algo que es puramente metafísico, pero que es pregonado a los cuatro vientos por una izquierda que dice de sí mima que es materialista y dialéctica.
La Humanidad no eligió entre Esclavismo y Feudalismo, tampoco eligió entre Feudalismo y Capitalismo, y tampoco puede elegir entre Capitalismo y Socialismo. No puede elegir porque son etapas necesarias de su desarrollo, así como la rama o la hoja son etapas necesarias —que no se eligen— del árbol. Pero los marxistas, dominados por el modo de pensar metafísico, no ponen esfuerzo intelectual alguno en el lado positivo de la necesidad: el Capitalismo, en tanto etapa necesaria en el desarrollo de la Humanidad, es positivo, en tanto etapa que hay que superar, es negativo. La izquierda marxista solamente se dedica a refutar el Capitalismo, pero no ha justificar el Capitalismo. Dice Hegel: Refutar es más fácil que justificar —justificar es conocer y reconocer la necesidad de la existencia de algo— y el que refuta es que está más allá de la cosa, y si se está más allá de la cosa es que no se está en la cosa. Está claro que estos marxistas revolucionarios no están en la cosa, están más allá de la cosa.
Cuando estos marxistas discuten con sus oponentes participan de la idea metafísica de que se trata de elegir entre dos modelos y participan de la idea del fracaso o éxito de esos modelos. Si partieran de reconocer la necesidad del Capitalismo como etapa necesaria del desarrollo de la Humanidad no estarían prisioneros de ese pensamiento metafísico que cree que es un asunto de elección. Por eso ven lógico que en Cuba su Partido Comunista haya tomado como elección el Socialismo en lugar del Capitalismo. Para que Cuba se desarrolle económicamente es necesario que acuda al capitalismo, al capitalismo de la pequeña y mediana empresa, y que la gran empresa sea de propiedad social, la gran empresa donde, por medio de su desarrollo, se haya llegado al punto en el que, de forma natural, la propiedad se haya separado de la gestión. Mientras no se de, mediante un determinado nivel de desarrollo económico, el momento donde la propiedad se separa de la gestión, es inútil intentar que la pequeña y mediana empresa funcione fuera de la órbita del capitalismo; no es una elección, es una necesidad, la necesidad de capitalismo está determinada por el nivel de desarrollo económico. El Socialismo no puede existir en sus comienzos sin Capitalismo, dado que proviene de él, dado que las cosas son siempre el resultado de un proceso; no hay salto metafísico del Capitalismo al Socialismo, hay un proceso que lleva del Capitalismo al Socialismo, y el resultado de ese proceso no está determinado por una elección política, sino que está determinado por un determinado nivel de desarrollo económico. El Socialismo de Cuba es un Socialismo político y no un Socialismo económico. El Socialismo de Cuba está muy lejos de ser una verdadera superación del Capitalismo. La existencia material determina la conciencia —la política está dentro de la conciencia—, la conciencia, la política, no determina la existencia material; solamente a partir de una existencia material ampliamente desarrollada es que se puede construir el Socialismo, lo contrario da como resultado el Socialismo pobre de Cuba.
Una de los principios que defienden los ideólogos capitalistas es el de la propiedad privada. Como los marxistas piensan que la existencia de la propiedad privada es algo sin historia, es algo que no está sometido a un proceso, que no está sometido a un determinado desarrollo material, concluyen que la propiedad privada también es un asunto de elección, y bajo ese pensamiento se enfrentan a los ideólogos capitalistas, saliendo malparados la mayoría de las veces. La propiedad privada es tratada por los ideólogos capitalistas de forma abstracta, y en ese juego caen la gran mayoría de los defensores del Socialismo.
¿Cuál es la relación entre el Capitalismo y la propiedad privada? Esta es una pregunta esencial. En la época precapitalista la propiedad privada individual de la tierra estaba muy extendida, el campesino era dueño de su pequeña parcela y de sus herramientas y medios de trabajo, lo que ganaba era de su propiedad, era propiedad privada basada en el trabajo propio. Cuando la gran propiedad de la tierra comenzó a extenderse, toda la pequeña propiedad —en muchos casos por la vía violenta- pasó a manos de los grandes propietarios, se pasó de la pequeña propiedad de muchos a la gran propiedad de pocos. El campesino perdió su tierra y sus medios de producción y pasó a ser trabajador asalariado para el gran propietario, con una diferencia esencial, que ahora su producto no le pertenecía sino que pertenecía al capitalista. Así pues, se pasó de la propiedad privada basada en el trabajo propio a la propiedad privada basada en el trabajo ajeno. De manera que el Capitalismo inició sus pasos negando la propiedad privada, la propiedad privada basada en el trabajo propio.
El Capitalismo existe gracias al trabajo asalariado, si no hay trabajo asalariado, si la gran mayoría de la población puede vivir de lo que produce no necesita trabajar para otro, y no hay capitalismo posible. El inicio del Capitalismo consiste en la expropiación de una inmensa mayoría, que queda convertida en trabajador asalariado, puesto que la única propiedad que tiene es la de su fuerza de trabajo. Gracias a esa expropiación —viendo la cosa desde la perspectiva de clase y no de la perspectiva individual— la propiedad privada, la propiedad privada de los medios de producción y medios de vida quedó en mano de una clase, la clase capitalista. Los grandes millonarios actuales lo son gracias a que ya hace muchos años el  poder capitalista estableció que la propiedad privada quedara en manos de una clase minoritaria. De la propiedad privada de la que hablamos no existe para la inmensa mayoría, la gran mayoría de los desposeídos. El Capitalismo, tal cual  muestra la Historia de la humanidad, se inicia mediante la negación de la propiedad privada, no de la propiedad privada en general, de la propiedad privada abstracta, sino de la propiedad privada basada en el trabajo propio.
Pero el Capitalismo niega la propiedad privada una segunda vez, cuando llega a su máximo desarrollo;  sus empresas se hacen tan gigantes que se hace necesario repartir su propiedad en acciones, la propiedad deja de ser privada y pasa a ser social, aunque esa propiedad social no llega todavía a ser de toda la sociedad. Cambia el mundo pero nuestras cabezas no cambian con el mundo, así que los propios marxistas revolucionarios, de manera muy enajenada, hablan del dueño de Amazon, del dueño de Facebook, etc. Veamos la realidad más de cerca: el “dueño” de Amazon es propietario del 11% de las acciones, y el “dueño” de Facebook es propietario del 16% de las acciones. Así que ha dejado de existir el dueño privado de Amazon y el dueño privado de Facebook. ¿Eso es una decisión suya? ¿Es una decisión de la clase capitalista? No, es algo que impone el propio desarrollo capitalista. El Capitalismo al desarrollarse niega uno de sus pilares fundamentales, la propiedad privada. La superación de la propiedad privada, pues, no es un asunto de elección, de decisión gubernamental, sino que es resultado de un determinado nivel de existencia material. La superación de la propiedad privada no tiene como base material la pequeña y la mediana empresa, sino que tiene como base material la gran empresa, donde la propiedad de su capital ha dejado de ser propiedad privada personal para ser propiedad social de innumerables accionistas. La superación de la propiedad privada —la propiedad privada basada en el trabajo ajeno—solamente puede darse en aquellas empresas donde, por la vía de un gran desarrollo material, la propiedad se ha desligado totalmente de su gestión.
Si los marxistas revolucionarios miraran a la práctica, descubrirían en la práctica el paso fundamental que se da en el capitalismo desarrollado, el paso en el que  la propiedad privada individual pasa a ser propiedad social de innumerables accionistas. De ese modo, mirando a la práctica, saldrían mejor parados en la discusión con los ideólogos del capitalismo. Explicarían que la pequeña propiedad privada es una realidad que tiene que ser superada, y de esa superación se encargó hace ya mucho tiempo el capitalismo, y se sigue encargando. Y el propio capitalismo en su desarrollo se ha encargado de dejar abierta la puerta para la superación de la gran propiedad privada, mediante la socialización de la propiedad de las empresas por la vía del reparto de sus acciones.
Es en el Capitalismo desarrollado donde se da la base material necesaria para la superación de la gran propiedad privada. El primer paso lo da el propio Capitalismo, con la conversión de la propiedad privada de las grandes empresas, la conversión a la propiedad social del capital por medio de las acciones. Es el Socialismo quien tiene que dar el siguiente paso, que consiste en pasar de la propiedad social de un número determinado de  accionistas a la propiedad social plena, en el sentido de ser propiedad de toda la sociedad.
 

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