Todo lo que aparece entre comillas es palabra de Georg Hegel.
“Si algo debe ser producido, otra cosa tiene que ser el punto de partida; y precisamente esto otro es negado”.
El punto de partida es el algodón, con él produzco hilo, el hilo es la negación del algodón; esta negación consiste en un cambio de forma. El punto de partida es el hilo, con él produzco una camisa, la camisa es la negación del hilo; nuevamente, esta negación consiste en un cambio de forma. Ambas negaciones no son destructivas sino constructivas, dado que en el hilo se conserva el algodón, y en la camisa se conserva el hilo. A partir de un tronco de árbol produzco tablas, las tablas son la negación del tronco de árbol. A partir de esas tablas produzco una mesa; la mesa es la negación de las tablas. Nuevamente, ambas negaciones consisten en un cambio en la forma, y ambas negaciones no son destructivas sino constructivas.
“El pensar es, de esta manera, la negación del modo natural de vida. Por ejemplo, el niño existe como hombre, pero todavía de un modo natural, inmediato; la educación es entonces la negación de este modo natural.”
Aprovechamos para distinguir entre lo inmediato y lo mediado. Inmediato es que un niño se alimente de la teta de su madre; mediado es cuando, por medio de la educación, come en la mesa con los utensilios apropiados. Ese hombre inmediato que es el niño, ese hombre natural, es negado por el hombre mediado, por el hombre que recibido educación, por el hombre que piensa. El modo natural de vida, del que el hombre parte, es negado por el hombre que ha sometido su espíritu a una edificación mediante la educación.
“Al principio sucede lo mismo con el espíritu pensante, empezando como movimiento en su forma natural; luego se hace reflexivo, va más allá de su forma natural, es decir, la niega; y, finalmente, comprendiéndose, se realiza. Sobreviene el pensar.”
El sujeto ahora es el espíritu pensante, que inicia su movimiento partiendo de su forma natural; movimiento que lo lleva a ser reflexivo, negando así su forma natural.
Ahora aparece el concepto de realización. El espíritu pensante, al comprenderse, se realiza; llegamos así al pensar.
Un ejemplo sencillo de realización: Producimos una tortilla de papas, para nuestra pareja, a la que estamos esperando por la noche con toda la ilusión del mundo. Nuestra pareja no llega, nos vamos poniendo a disgusto y vamos perdiendo el control; dominados por la rabia, mandamos la tortilla a la basura. Más tarde nos arrepentiremos, porque nuestra pareja ha sufrido un desmayo, y lo tienen en revisión en el hospital; pero de la basura ya no hay quien saque a la tortilla; así que, al no consumirse, la tortilla no se realiza, no se realiza como valor de uso, para ser más exactos. La tortilla se realiza como valor de uso si se consume.
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