domingo, 17 de octubre de 2021

La generosidad sedentaria

 


Por Vanesa Cabrera Medina

 Cree el hombre ser generoso con el prójimo cada vez que la vida da una sacudida, y cree el hombre ser generoso y de gran espíritu cuando da y no espera nada a cambio. Pero abunda el hombre que cree en la generosidad de palabra, que nace de la pobre empatía que limita el esfuerzo y se convierte en generosidad sedentaria, esa que obra cuando el ofrecimiento es en masa.

Ser generoso requiere de esfuerzo, de pérdida alguna, de tiempo invertido en lo ajeno. De mirarse al alma para así evolucionar de espíritu.

La generosidad sedentaria abunda, y es la que se muestra sin esfuerzo alguno, la que se muestra a través de opinión vacía de argumento, sin moverse del sofá y que se alimenta del juicio que lleva la corriente. La generosidad de palabra pública y reivindicación pobre.

Porque cree el hombre que ofrece generosidad sedentaria, que dando la misma opinión sin reflexión propia alguna es generoso, pero lo que no cree el hombre generoso sedentario es que destila necesidad enquistada, que deja al descubierto la pobreza de espíritu.

 

Vanesa Cabrera Medina forma parte del grupo de estudio El Saber de la Filosofía

1 comentario:

  1. Muy meditado, reflexivo, y que carga de más valor, admiración cada gesto de generosidad consciente y a consciencia desde el anonimato o sin él. Gracias por compartir sentires así.gracias gracias, gracias

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