Por Alejandra Casado Salcedo
Sin querer te busca, y no consigue andar tranquilo
por si se topa con tu presencia hecha ausencia en lo cotidiano.
A su pesar, busca tu pelo largo y tu andar airoso.
A veces, cree escuchar el sonido de tu risa y, sin querer,
tropieza con tu perfume por las calles.
Fracasa una y otra vez creyendo reconocerte en desconocidos.
Se pregunta quién de los dos persigue al otro.
Se pregunta cuándo tu ausencia dejará de ser omnipresente.
Alejandra Casado Salcedo pertenece al grupo de estudio El Saber de la Filosofía
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