La Leyenda Negra hace referencia a la conquista de América por parte de España. Motivado por lo visto en una tertulia donde se debate sobre este tema me decido a exponer mi pensamiento en relación a parte de lo que ahí se dice. [ver vídeo]
En este debate participa Roberto Vaquero, que se presenta como marxista pero que a la hora de la verdad no se le ve el marxismo por ninguna parte.
Uno de los participantes, ciudadano de Panamá, señala dos cosas importantes, muy importantes, de la Conquista, el exterminio de muchos indígenas y la apropiación por parte de los conquistadores de grandes cantidades de plata y de oro. Ante ese pensamiento solamente uno de los participantes reaccionó de manera constructiva, los demás fueron a la contra, de manera infantil y afectada.
Si Roberto Vaquero fuera un verdadero marxista, esto es, si estuviera bien presente en su cabeza la obra de Marx, El Capital, podría haber intervenido de una manera verdaderamente dialéctica, conduciéndose más allá de las apariencias de las cosas. En El Capital, precisamente, se habla del paso de la pequeña propiedad y explotación de la tierra a la gran propiedad y explotación de la misma. Tanto Marx como Engels veían, como no podía ser de otro modo, ese paso, esa transformación, como un avance para el desarrollo de la Humanidad, oponerse a ello sería reaccionario; pero Marx en el mismo Capital ilustra de forma extensa toda la violencia y robo que surgió en ese tránsito a manos de la nobleza y de la clase capitalista emergente. Lo mismo se puede aplicar a la conquista de América por parte de los españoles, y España se niega a ilustrar de forma clara y extensa toda la violencia y robo a la que fue sometida la población indígena. En Canarias, sin ir más lejos, acabaron con toda la población indígena de las Islas.
Roberto Vaquero acude al pueril argumento de que España liberó a los indígenas del esclavismo y salvajismo protagonizado por los imperios allí reinantes. Aquí se ve lo poco marxista que es este hombre, enfrenta a dos niveles de desarrollo diferentes, para luego poner a uno por encima del otro. Para que se pudiera dar ese enfrentamiento, esa comparación, habría que haber permitido a esas poblaciones desarrollarse, y luego compararlas en el mismo nivel de desarrollo. La Europa civilizada viene de lo bárbaro, de lo salvaje, de la esclavitud, de la servidumbre. Pero es que, además, en la Europa civilizada se dieron dos guerras mundiales, la máxima expresión de la barbarie, cincuenta millones de personas muertas en la segunda guerra.
Javier Rubio, uno de los tertulianos, expone un argumento propio de una guardería: “El oro y la plata que se llevó de América era poca en comparación con la que allí quedó y, además, los indígenas no le daban mucho valor a esos metales preciosos”.
El llevarse más o menos cantidad de oro no depende de la buena voluntad de los ladrones sino que depende del nivel de desarrollo para la explotación de las minas y del descubrimiento de nuevas minas. Veamos una ilustración que, en relación a lo que digo, aparece en el primer tomo del Libro I de El Capital: “No sólo se han descubierto enormes depósitos de plata en las Montañas Rocosas del Oeste Americano, sino que estos y las minas de plata mexicanas se han hecho accesibles mediante ferrocarril, facilitando así la importación de la maquinaria moderna y de combustible y, con ello, la obtención fue plata a mayor escala y con menor gasto”.
Voy sobre el asunto de que los indígenas le daban poco valor a la plata y el oro. Se vuelve a cometer aquí el mismo error anteriormente señalado, se comparan dos niveles de civilización muy distintas y muy distantes. Dice Marx: "el dinero (papel moneda) tiene valor porque circula y el oro circula porque tiene valor". ¿Por qué los conquistadores españoles y no españoles se apropiaban de oro y plata? Porque el oro y la plata, en la civilización de la que ellos formaban parte, eran directamente dinero. Ese oro y esa plata sirvió para que España alcanzara un desarrollo material mucho mayor al de los pueblos conquistados. Dejemos que hable Cristobál Colón: "El oro es algo maravilloso. Quien lo posee es dueño de todo lo que desee. Gracias al oro se pueden incluso enviar almas al paraíso". Contenido en una carta escrita desde Jamaica en 1503.
Un último argumento, argumento de bisutería, que se usa en contra de las personas de Hispanoamérica que quieren sacar a relucir toda la violencia y robo a la que fue sometida la población indígena: “Los ladrones y violentos son ustedes, los que se quedaron ahí, nosotros nos fuimos”.
Los que se fueron son España, la que disfrutó de todo el oro y la plata robada, que le sirvió para su desarrollo, los que se quedaron, ya sean autóctonos, mestizos o criollos, forman parte de la América atrasada, de la América que no dispuso de todos esos recursos de oro y plata para su desarrollo.
En esta tertulia se refleja una verdad eterna: la historia la escriben los conquistadores. Creo yo que va siendo hora que la Historia la escriban los conquistados.