domingo, 20 de marzo de 2022

Guerra en Ucrania (1)

 


 Roberto Vaquero, líder del Frente Obrero, proclama: “Ni con la OTAN ni con Putin”. Pareciera que se está diciendo una gran cosa, pero en verdad no se está diciendo nada. Lo primero que hay que señalar es que este hombre, que se presenta como marxista, expone una unidad de contrarios que no es tal; lo contrario de la OTAN fue en su momento el Pacto de Varsovia, en la actualidad, es Rusia.
La OTAN, en la práctica, es el brazo armado del imperialismo yanqui. Europa, por medio de sus gobiernos lacayos, pone siempre el territorio de guerra; el territorio de la potencia del Norte no es nunca territorio de guerra. La izquierda “revolucionaria” cree que con un No verbal, un No ideal, se puede conseguir un No en la práctica. En la práctica, quien verdaderamente le dice No a la OTAN no son todos los comunistas “revolucionarios” del Planeta, sino que es la Rusia de Putin. La práctica es el más aplastante criterio de verdad, la práctica ha demostrado más que de sobra que el No a la guerra de los comunistas “revolucionarios” no ha impedido la destrucción de Yugoslavia, la destrucción de Libia, la destrucción de Irak, la destrucción no acabada de Siria, etc. Estos comunistas la única contradicción que ven es la de Capitalismo-Socialismo, pero, además, son incapaces de ver como contradicciones como la existente entre Rusia y la OTAN (EEUU) afectan al desarrollo de la referida contradicción.
El primer logro del imperialismo occidental —cada uno en su rango— fue la desintegración de la URSS, no en el sentido de la derrota del Socialismo Real frente al Capitalismo, sino en el sentido de acabar con un poder económico que impedía la expansión del poder económico del Imperialismo Occidental. La desintegración de la URSS no es equivalente a la desintegración de Yugoslavia, que quedó reducida a un conjunto disperso de pequeños países, sino que la desintegración de la potencia Soviética dejó en pie, aunque gravemente herida, a la Gran Rusia.
La OTAN, cuya frontera con Rusia eran las fronteras de los países que formaban el Pacto de Varsovia, en poco tiempo hizo saltar por los aires esa frontera hasta llegar a la frontera de la misma Rusia, impidiendo así la seguridad de esta nación. Toda esta expansión imperialista occidental es el preludio de una futura desintegración de Rusia, y después de tal desintegración se acaba con la posibilidad del No  a la OTAN, y cuanto más OTAN haya en el Planeta menos posibilidad de Socialismo habrá en nuestro Mundo.
Si somos verdaderamente  materialistas, debemos acordar con Vladimir Putin que lo peor que le ha sucedido a Rusia ha sido la desintegración de la URSS. Si somos verdaderamente materialistas debemos aceptar que es la Rusia actual —la real y no la ideal—, junto con la República Popular China —la real y no la ideal—, quien puede negar, de forma concreta y no abstracta, de forma real y no ideal, al imperialismo de los EEUU y a su brazo militar de la OTAN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario