martes, 7 de junio de 2016

Alternativa al Conservatorio



Si yo, en pleno campo, en la noche cerrada, empapo con gasolina a un gato y le prendo fuego, y me pongo a disfrutar del luminoso y veloz recorrido de esa antorcha de cuatro patas, la inmensa mayoría se escandalizará y se sentirá mal con mi acto, y la inmensa mayoría aplaudirá a aquél que denuncie ese acto. Pero si ese acto empieza a ser practicado por más personas y en muchos distintos sitios del país, y termina por convertirse en fiesta nacional, la inmensa mayoría no se escandalizará, ni se sentirá mal por ese mismo acto y, por el contrario, se escandalizará y se sentirá mal por la denuncia que alguien haga de ese acto. En esta hipócrita sociedad nuestra para que lo malo se convierta en bueno sólo necesita de lo múltiple.
La forma económico-social que domina al mundo es el capitalismo, un capitalismo en descomposición, una descomposición que tiene su reflejo en la cultura y en el arte, y que se manifiesta como la invasión de la barbarie sobre el mundo de la cultura. En la época de la dictadura franquista había más cultura en la televisión que en todo esta multitud de canales televisivos de hoy en día, donde la barbarie se cuela por todos los rincones.
El gato es la elevada cultura, es el elevado arte, es la elevada educación musical, la barbarie es la gasolina y el fuego destructivos en su sano cuerpo. Esta penosa y desoladora realidad no hace sentir mal ni escandaliza a la gran mayoría, además, son muchos los que participan y se benefician de esa realidad, la denuncia de esa realidad por algún insolente rebelde, es lo que hace sentir mal y escandaliza a muchos; no es el crimen lo que escandaliza, sino la denuncia del crimen.
Desde su comienzo, la Academia de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, se presentó como una alternativa al Conservatorio, una falsa y arrogante alternativa, porque sus contenidos educativos y métodos son exactamente los mismos que imperan en el Conservatorio.
Estoy viendo y oyendo al Coro Juvenil de la Filarmónica, y me encuentro con que lo dominante es la música comercial, la música culta desaparecida, la barbarie imponiendo su dictadura, y todo, gracias a todos estos profesores alternativos y a la penosa educación musical que éstos imparten. El sonido del coro, por el griterío, se asemeja más al de una murga que al de un verdadero coro. 

¿Por qué el hombre dispone de unas manos, capaces de llegar a tocar de manera virtuosa un instrumento musical, capaces de realizar la más compleja intervención quirúrgica? Porque durante miles de años el hombre ha ido empleando sus manos en las más diversas tareas, mientras el mono se ha limitado a repetirse a sí mismo. Uno es el resultado de lo que uno hace, de lo que uno produce. La música comercial, la música inculta, usada como repertorio educativo, convierte en mono al hombre; disminuye su capacidad intelectual, disminuye su capacidad para distinguir el verdadero arte que todo lo llena del arte vulgar y vacío, disminuye su capacidad creativa, disminuye el deseo de profundizar en el saber musical, disminuye su capacidad crítica, lo convierte en un mediocre y vulgar ser gregario.
Cuando la música comercial, la música efímera, la que no participa en el desarrollo e historia de la música,  invade los centros educativos, donde se supone que reina con firmeza la música culta, la música eterna, la que participa en el desarrollo e historia de la música; es la manifestación de que la barbarie ha ganado  definitivamente la partida. Mucho dolor y mucha tristeza invade mi alma.

1 comentario:

  1. Comparto totalmente esa tristeza enorme y esse dolor en lo más profundo... por eso siempre digo que paso mucho tiempo escuchando ... NADA COMERCIAL ... prefiero esta soledad que esa compañía de la masa... ya sé que soy insociable por no compartir esas porquerías, y agradezco ser insociable en eso y en otras tantas mezquindades, me niego a compartir mediocridad. Y en cuanto al montaje del negocio de lo que ellos llaman música, lo detesto profundamente como ser humano, porque me parece realmente asqueroso lo que hacen tantos cómplices del sistema que además les paga con dinero público ... En fín, Vicente, Gracias por seguir en tu lucha, en minoría sí, pero no solitaria. Un Abrazo !

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