sábado, 18 de junio de 2016

Procapitalista Podemos


La formación política Podemos pasó, en lo que el diablo se estriega un ojo, de ser anticapitalista a ser procapitalista. Sus tres sabios líderes, Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, llevan en la Universidad desde que usaban pantalones cortos, primero sin cobrar y después cobrando; la Universidad ha sido siempre su reducido y enajenado mundo. Son los reyes del pensamiento especulativo, tratan de resolver en la teoría lo que son incapaces de resolver en la práctica. Su saber es un saber de erudición, un saber basado en la mera información; leen mucho, pero estudian poco, sus cabezas están vacías de conceptos. Ignoran lo que es verdaderamente la teoría, ignoran lo que es verdaderamente la práctica, la realidad, e ignoran la conexión entre la teoría y la práctica. Ponen en circulación lo vacío: “la casta”, “los de arriba y los de abajo”, “el régimen del 78”,  muchos puntos suspensivos. Lo que estoy escribiendo es consecuencia de un artículo de Francisco Umpiérrez Sánchez, el cual ha sido mi maestro en Filosofía durante treinta años.
Pablo Motos entrevista en televisión a Iñigo Errejón. Habla Pablo de Amancio Ortega, dice que es un grandioso empresario español, uno de los más grandes del mundo, y que si un futuro gobierno de Podemos le aprieta con los impuestos, él se verá tentado a llevar sus empresas a un país como la India, donde la presión fiscal es menor, donde la mano de obra es más barata; “es lo que haríamos tú y yo”, remata Pablo. El revolucionario Iñigo es incapaz de armar una sólida respuesta a lo dicho por Pablo. Como la práctica habitual de Iñigo es la especulación teórica a espalda de la realidad, como él no sufre por la pobreza ajena, por la de España y, mucho menos, por la de la India, que es pobreza extrema, que es miseria, no le hierve la sangre, ni se activa su cabeza, porque su cabeza está huérfana de conceptos. 

Amancio Ortega tenía en el 2015 un patrimonio de 67.000 millones de euros, y en ese mismo año ganó 10.000 millones de euros, que equivale a lo que ganarían, en un año, 700.000 trabajadores con un salario de 800 euros mensuales, o a lo que un trabajador, con un salario mensual de 800 euros, ganaría trabajando durante 1041 años, esto es, si empezó a trabajar en el año 1.000, todavía tendrá que seguir laborando hasta el 2041.
A Pablo Motos yo le contestaría desde dos lados, desde el lado de lo sensible y desde el lado de la teoría, de los conceptos. Desde el lado de lo sensible le digo: que traiga a su idílico y placentero programa televisivo a esos 700.000 trabajadores (trabajadores pobres) y a sus familias, y que muestre crudamente sus pobres condiciones de vida, y que traiga también a los trabajadores de la India y a sus familias, que ya no serían 700.000, sino 1.400.000, si estimamos un sueldo de 400 euros mensuales para cada trabajador, y que muestre crudamente sus miserables condiciones de vida. Hay millones de personas en nuestro planeta que malviven con un euro al día, con 365 euros al año; con lo que viven 27 millones 397 mil de estas personas en un año es igual a los 10.000 millones de euros que nuestro grandioso empresario ganó en un año; que los traiga también, y que muestre crudamente sus condiciones de vida extremadamente miserables. Que vaya más lejos, que sea valiente y se cambie por uno de ellos, aunque sea por el trabajador que gana 800 euros mensuales, y que entonces diga, delante de todos estos millones de personas, que sufren la explotación del gran capital, que él está a favor de esta criminal y desigualdad social.

Desde el lado de la teoría: Lo primero que hay que decir es que el conocimiento que de Amancio Ortega tienen estas dos personas es muy superficial, hablan por lo que oyen, no por lo que ellos mismos saben por medio del estudio. Cuando Pablo Motos dice que nosotros haríamos lo mismo, está pensando en esa posibilidad como una posibilidad real válida para todo el mundo. Tenemos a Amancio Ortega ganando 10.000 millones de euros en un año, y tenemos a 700 mil trabajadores ganando en un año esa misma cantidad; cuantitativamente, lo que ganan esos trabajadores y lo que gana Amancio Ortega es una cantidad igual, 10.000 millones de euros igual a 10.000 millones de euros. Cualitativamente, la igualdad desaparece, los 10.000 millones de euros de los trabajadores, es dinero para consumir, esto es, para seguir reproduciéndose como trabajadores, mientras que, los 10.000 millones de Amancio Ortega, es capital, es dinero para invertir, esto es, es dinero para la apropiación de trabajo ajeno, para la apropiación de trabajo social. Por tanto, es Amancio Ortega quien tiene la posibilidad real de llevar sus empresas al lugar donde obtenga el máximo beneficio; para los 700.000 trabajadores esa posibilidad es sólo posibilidad ideal. La propiedad privada, que de manera tan sagrada defienden los apologistas del capitalismo, la propiedad privada basada en el trabajo ajeno, es posibilidad real para Amancio Ortega y para el resto de miembros de la clase a la que pertenece, para los referidos 700 mil trabajadores de España, para los un millón cuatrocientos mil trabajadores de la India, para los 27 millones 397 mil personas que, viviendo con un euro al día, ganan en un año lo que Amancio Ortega en ese mismo período de tiempo, para todos ellos y para el resto de miles de millones de personas que pertenecen a la clase de los trabajadores, la propiedad privada basada en el trabajo ajeno es sólo una posibilidad ideal.
Traducimos esos 10.000 millones de euros a viviendas de 100.000 euros cada una, 100.000 viviendas en total, cuando Pablo Motos pase al lado de ese aplastante y gigante número de viviendas ¿se atreverá a decir que esas 100.000 viviendas las ha producido, en solitario y en el transcurso de un año, el grandioso empresario Amancio Ortega? Traduciendo a mercancías contantes y sonantes la descomunal riqueza que es propiedad privada de Amancio Ortega se ve que para producirla el solo, necesitaría millones de reencarnaciones, y así y todo no podría producirla el solo, porque toda esa riqueza sólo puede producirse socialmente; precisamente, en el sistema capitalista la contradicción está en que la riqueza es producida socialmente pero la apropiación de la misma es individual, privada.
Digo que tanto Pablo Motos como Iñigo Errejón desconocen la realidad económica de Amancio Ortega, se refieren a este hombre de manera abstracta y enajenada. Amancio Ortega está relacionado con la empresa textil Inditex (la de las tiendas Zara), pero no en la manera en que ellos se lo representan, como propietario individual de toda la empresa, sino como propietario de casi el 60% de las acciones, acciones que controlan a través de dos de sus sociedades de inversión, Gartler y Partler, la primera de las cuales forma parte de Pontegadea (holding inmobiliario de Amancio Ortega). ¿Qué nos dice todo esto?

  • Amancio Ortega hace ya muchos años que dejó de ser empresario textil.
  • Amancio Ortega controla a Inditex en calidad de accionista mayoritario, pero no en calidad de propietario.
  • La relación que Amancio Ortega tiene con Inditex es de rentista, recibe dividendos cada año por la propiedad de sus acciones, ya no es una relación de gestión, la gestión la llevan otros.
  • Su realidad económica actual es como capitalista financiero, no como capitalista industrial.
  • Es también terrateniente, por medio de su holding inmobiliario, es decir, por este lado es también rentista.
  • La realidad económica de Amancio Ortega, la de ser un miembro de la clase que gobierna al mundo, la clase capitalista financiera, su descomunal y criminal riqueza, no es por medio de él, sino por medio de lo social, en dos sentidos: primero y principal, que la riqueza por él apropiada ha sido producida socialmente, y no individualmente, Amancio Ortega no la ha producido, y segundo, la propiedad de la empresa ya no es privada, individual, sino que es propiedad social, propiedad por acciones.
La ideología capitalista presenta siempre a estos “grandiosos empresarios” no en su realidad actual, sino en su realidad pasada. La empresa comienza siendo pequeña, en la misma trabaja hasta el dueño, luego la empresa comienza a hacerse grande, demandando cada vez más trabajo social, y finalmente se hace tan grande que demanda, además, que la propiedad de la empresa pase a ser social, propiedad por acciones. Está claro que la realidad económica que aquí señalo no está ni en la cabeza de Pablo Motos, ni en la cabeza del “marxista” Iñigo Errejón.
Por último, del mismo modo que en las épocas esclavista y feudal, la ideología dominante defendía que el esclavo era gracias al amo y que el siervo era gracias al señor feudal, en la época capitalista la ideología dominante defiende que el trabajador asalariado es gracias al capitalista, los trabajadores de Inditex son gracias a Amancio Ortega y no al revés.

martes, 7 de junio de 2016

Alternativa al Conservatorio



Si yo, en pleno campo, en la noche cerrada, empapo con gasolina a un gato y le prendo fuego, y me pongo a disfrutar del luminoso y veloz recorrido de esa antorcha de cuatro patas, la inmensa mayoría se escandalizará y se sentirá mal con mi acto, y la inmensa mayoría aplaudirá a aquél que denuncie ese acto. Pero si ese acto empieza a ser practicado por más personas y en muchos distintos sitios del país, y termina por convertirse en fiesta nacional, la inmensa mayoría no se escandalizará, ni se sentirá mal por ese mismo acto y, por el contrario, se escandalizará y se sentirá mal por la denuncia que alguien haga de ese acto. En esta hipócrita sociedad nuestra para que lo malo se convierta en bueno sólo necesita de lo múltiple.
La forma económico-social que domina al mundo es el capitalismo, un capitalismo en descomposición, una descomposición que tiene su reflejo en la cultura y en el arte, y que se manifiesta como la invasión de la barbarie sobre el mundo de la cultura. En la época de la dictadura franquista había más cultura en la televisión que en todo esta multitud de canales televisivos de hoy en día, donde la barbarie se cuela por todos los rincones.
El gato es la elevada cultura, es el elevado arte, es la elevada educación musical, la barbarie es la gasolina y el fuego destructivos en su sano cuerpo. Esta penosa y desoladora realidad no hace sentir mal ni escandaliza a la gran mayoría, además, son muchos los que participan y se benefician de esa realidad, la denuncia de esa realidad por algún insolente rebelde, es lo que hace sentir mal y escandaliza a muchos; no es el crimen lo que escandaliza, sino la denuncia del crimen.
Desde su comienzo, la Academia de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, se presentó como una alternativa al Conservatorio, una falsa y arrogante alternativa, porque sus contenidos educativos y métodos son exactamente los mismos que imperan en el Conservatorio.
Estoy viendo y oyendo al Coro Juvenil de la Filarmónica, y me encuentro con que lo dominante es la música comercial, la música culta desaparecida, la barbarie imponiendo su dictadura, y todo, gracias a todos estos profesores alternativos y a la penosa educación musical que éstos imparten. El sonido del coro, por el griterío, se asemeja más al de una murga que al de un verdadero coro. 

¿Por qué el hombre dispone de unas manos, capaces de llegar a tocar de manera virtuosa un instrumento musical, capaces de realizar la más compleja intervención quirúrgica? Porque durante miles de años el hombre ha ido empleando sus manos en las más diversas tareas, mientras el mono se ha limitado a repetirse a sí mismo. Uno es el resultado de lo que uno hace, de lo que uno produce. La música comercial, la música inculta, usada como repertorio educativo, convierte en mono al hombre; disminuye su capacidad intelectual, disminuye su capacidad para distinguir el verdadero arte que todo lo llena del arte vulgar y vacío, disminuye su capacidad creativa, disminuye el deseo de profundizar en el saber musical, disminuye su capacidad crítica, lo convierte en un mediocre y vulgar ser gregario.
Cuando la música comercial, la música efímera, la que no participa en el desarrollo e historia de la música,  invade los centros educativos, donde se supone que reina con firmeza la música culta, la música eterna, la que participa en el desarrollo e historia de la música; es la manifestación de que la barbarie ha ganado  definitivamente la partida. Mucho dolor y mucha tristeza invade mi alma.

lunes, 6 de junio de 2016

Sagrado Conservatorio



Escribo y publico un artículo donde se elabora una crítica a la falsa idea de que por el mero hecho de ser profesor de conservatorio se es un buen músico, y aparece un profesor de Conservatorio, respondiendo al mismo, que lo único que dice es que mi artículo es un ataque directo contra los profesores de Conservatorio; hasta ahí llega su mezquino esfuerzo intelectual. Son muchos los profesores de Conservatorio que conciben a esta institución educativa como una especie de ente sagrado al que no se le puede hacer crítica alguna; podemos criticar al presidente del gobierno, al rey, hasta el Santo Padre, pero al Conservatorio, a la cuna de la “sabiduría musical y de la vanguardia didáctica y pedagógica”, de ningún modo se le puede criticar, so pena de ser, metafóricamente hablando, quemado en la hoguera. Al Conservatorio hay que criticarlo, y mucho. A continuación señalaré algunos aspectos de esta necesaria crítica.
La Teoría. Hay que decir en primer lugar, que resulta bastante paradójico que en el arte musical se llegue a la extrema vanguardia (al menos aparentemente) y, por el contrario, en la educación musical se esté en la edad de piedra. Los conceptos de la teoría musical están en la extrema quietud, no se someten nunca a la crítica, no se someten al criterio de  verdad del pensamiento lógico y de la práctica. Consecuentemente los conceptos de esta teoría musical no se desarrollan, ni se multiplican. Por ejemplo, se tiene un concepto de Síncopa que se basa en el concepto erróneo de que las partes del compás se diferencian entre acentuadas y no acentuadas. Un concepto construido a partir de un concepto erróneo es otro concepto erróneo. [Pueden, si lo desean, leer un trabajo mío titulado Un Nuevo Concepto de Síncopa]. ¿Qué sucede si uno se arma de una teoría que está llena de conceptos erróneos? Que uno ejercita una práctica errónea. Por ejemplo, cuando un músico, educado en el sistema imperante, ejecuta una obra que es muy sincopada, que es muy irregular en la acentuación, como no entiende realmente, desde el punto de vista rítmico, lo que está tocando, no ve síncopas donde las hay y ve síncopas donde no las hay, el resultado es una deformación de la obra musical ejecutada. Si ese músico está ahora en la práctica compositiva, es incapaz de crear ritmos donde él conscientemente ordene las distintas alturas (tonos) y las distintas duraciones con el fin de producir una determinada sucesión de acentos, que en relación a un determinado pulso (una sucesión de sonidos de igual duración y altura) se conviertan en síncopas.
La Didáctica. El saber didáctico es directamente proporcionar al saber teórico; pobreza teórica deviene pobreza didáctica. Por ejemplo, todo el programa del lenguaje musical  está determinado por la no distinción entre ritmo y representación del ritmo, y es por ello que en lugar de proponer la práctica de  determinados ritmos, de unas determinadas relaciones de duración, proponen la práctica de determinadas figuras musicales: en este curso se “practican” las blancas, las negras y las blancas con puntillo; en el siguiente curso se practican las semicorcheas y el tresillo de corcheas; un largo etcétera. Como consecuencia de esta grave confusión, nos encontramos, por ejemplo, con la siguiente propuesta didáctica que se les da a los profesores del Magisterio Musical, y que aparece en el libro La educación musical y su didáctica, editado y promovido por el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Educativa de la  Universidad de las Palmas de Gran Canaria: “Para la práctica de la lectura musical, en la Negra cantamos Ta, en dos Corcheas cantamos Ti-Ti, en dos semicorcheas cantamos Ti-Ri, en Corchea con dos Semicorcheas cantamos Pan-Chico, en dos semicorcheas con Corchea cantamos Chico-Pan”. Agárrate con tremenda innovación educativa. ¿Qué produce esta propuesta didáctica y propuestas parecidas? En primer lugar, limitar de una manera bárbara el desarrollo intelectual de profesores y alumnos, y en segundo lugar producir una forma de cantar carente de la más mínima valía artística, lo que trae como resultado, a la hora de la ejecución de las obras musicales, una ejecución musical puramente mecánica, absolutamente carente de expresión y de canto, carente de alma. El canto es el alma de la música, la mayoría de los músicos formados en este sistema carecen de canto, el cual es imposible, por tanto, que pueda reflejarse en sus ejecuciones y mucho menos en sus composiciones; árbol que no está junto al lago no se refleja en el lago.                         

viernes, 3 de junio de 2016

La dictadura del canarismo

No soy independentista, pero tengo orgullo nacional, y es por eso que lucho cada día por la creación de una cultura canaria y un arte canario que vayan más allá de lo meramente folclórico, que vayan más allá de lo folclórico con pretensión de modernidad, que vaya más allá del puro localismo, que rompa con la dictadura de lo mezquino, lucho porque la música canaria no sea igual a música folclórica, lucho por elevar a música culta la música canaria, lucho por una cultura canaria y una arte canario que sean universales, como es universal la música alemana de Bach, de Beethoven; pero lucho en extrema minoría. Lucho contra los agentes de la cultura canaria, por ejemplo, los músicos creadores e intérpretes, que son siempre los mismos, que llevan muchos años siendo los mismos, que tiran siempre del mismo repertorio, “siete estrellas verdes” y ñoñerías parecidas, sujetos que son mucho más negociantes que artistas, y que imponen a diario su dictadura del vulgar y esquelético canarismo, impidiendo que la verdadera cultura, el verdadero arte, el que es fruto del elevado y profundo estudio, progrese luminosamente en esta nuestra pequeña patria. No se salen de las repetidas isas, de las de las repetidas folías, y cuando se salen de ese repetido y mezquino musical mundo, no van muy lejos, por su falta absoluta de capacidad musical para la creación, porque son unos músicos extremadamente incultos, a los que nuestras autoridades políticas, una y otra vez, les dan tribuna y dinero. ¿Cuánto tiempo han dedicado estos analfabetos musicales al estudio del noble y espiritual arte de la música? muy poquito tiempo, o ninguno. En Canarias, en el siglo XXI, la tribuna es para los mediocres, para los nacionalistas de pose, la tribuna es para los incultos, que lo son por decisión propia.
Estoy aquí delante de la parte artística, en el acto de entrega de Premios Canarias 2016, qué cosa más desoladora. En el mismo escenario donde generalmente impera la música culta, la música universal, para cuya creación e interpretación se precisan muchos años de estudio, de profundo estudio, está ahora la música mediocre, encarcelada en el localismo, para cuya creación e interpretación se precisa muy poco estudio o ninguno. A base de luces y puesta en escena nos venden gato por liebre, un gato cuyo contenido se mueve muy limitadamente entre el folclore canario, vestido con ropa de los domingos, y el bolero, porque en ese mundillo, por una absoluta falta de capacidad musical para la creación, cuando se le agotan las ideas musicales (que son muy pocas y muy pobres) se pasan del folclore canario a la música latinoamericana. Esta música, simple a más no poder, tiene siempre la misma textura: una melodía creada de oído (un oído no educado artísticamente) sobre un vulgar acompañamiento, acompañamiento que es un puro bulto sospecho, carente de valía artística y, por ello, insoportable de oír sin la presencia de la melodía, del discanto. Los intérpretes, músicos de oreja, sin preparación musical alguna, incapaces de cantar, aunque sólo sea a dos o tres voces, una creación coral bien elaborada en el contrapunto y en la armonía. Contrapunto, ni saben que eso existe, ni la edad que tiene, ¡siglos tiene de existencia el contrapunto! El Contrapunto es lo que necesita toda esa música para que funcione, como funcionan las obras de los maestros, el Contrapunto es el arte que te permite edificar el armazón a dos voces, que sostiene una obra musical artísticamente elaborada, las dos voces que forman el Discanto (la melodía) y el Bajo del acompañamiento. Estas criaturas no se han asomado nunca, para aprender el verdadero arte musical, a una obra de Mozart, de Bach, de Tchaikovsky, donde uno se encuentra con el pensamiento musical profundo de la armonía y el contrapunto, y con el complejo e intenso arte de la forma, que sólo lo pueden ver aquellos que se han preparado adecuadamente para ello, a base de muchos años de estudio, y no de cualquier estudio.
 

La música es la arquitectura del sonido; precisamente, si pudiéramos traducir a edificaciones esta música mostrada en el referido evento, no nos encontraríamos con
rascacielos, ni con los simples edificios de los polígonos (viviendas de los pobres), ni con humildes chalecitos, nos encontraríamos con un escandaloso y desolador chabolismo.
Me viene ahora a la cabeza un cuento de Pepe Monagas. Estaban unos cuantos en alta mar, el barco a la deriva, con el hambre y la sed cayéndoles encima, y uno de ellos, totalmente desfallecido, haciendo un último esfuerzo, dice -mire el “napa” Regorito- y Regorito abre el “napa” se pone a buscar ayudado de su dedo índice y dice - aquí veo unos puntitos, sin son nuestras islas estamos salvados, pero si son “cagás” de moscas ¡que Dios nos coja “confesaos”!
No quiero yo que las islas de este afortunado archipiélago donde vivimos, y crecen nuestros hijos, sean desde el punto de vista de la cultura, desde el punto de vista del arte, unas feas y desoladoras “cagás” de moscas. Sigo luchando; en minoría, pero no lucho solo.

miércoles, 1 de junio de 2016

Educación musical y razón



Así dice Hegel en su libro Introducción a la Historia de la Filosofía: “El hombre es esencialmente razón; el hombre, el niño, el culto y el inculto, es razón; o, más bien la posibilidad para eso, para ser razón, existe en cada uno, es dada a cada uno. Y, pese a ello, la razón no ayuda nada al niño, al inculto.” Inevitablemente, la razón en el niño sólo puede existir como posibilidad, esa posibilidad se da a la existencia, pasa a desarrollarse, a realizarse, en el hombre, pero en el hombre culto, por medio del estudio, y no de cualquier estudio. En la teoría musical que rige en el sistema de educación musical dominante, la razón brilla por su ausencia, la razón no ha abandonado su fase de posibilidad, la razón se ha quedado en el puede ser, en la semilla que no germina.
Veamos un ejemplo. En el libro La educación musical y su didáctica del profesor X y editado por el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Educativa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, nos encontramos con lo siguiente: “El puntillo: si añadimos un puntillo a una figura, su duración aumentará la mitad de su valor”. A esta pobre y errada teoría se le pone el suntuoso y pretencioso marco de ¡calidad e innovación!. Dice Hegel, con razón, que la razón no ayuda nada al inculto; y esta famélica y errada teoría sólo puede producir músicos incultos, en los que la razón existe sólo como posibilidad. Hagamos un análisis crítico de este dislate teórico, negación de la más elemental razón pensante.

  • No se añade un puntillo a la figura, sino que existen las figuras simples y las figuras compuestas (figuras con puntillo).
  • Se afirma que las figuras tienen, al mismo tiempo, un valor y una duración, lo que supone una manifestación de lo absolutamente incoherente. Las figuras son signos, y como signos que son, ni tienen duración, ni tienen valor.
  • La duración no es una cualidad de la figura musical, sino del sonido. La relación que existe entre la figura musical y el sonido musical es que  la figura musical representa, de modo relativo, la duración del sonido musical.
  • No se puede hablar de que el puntillo aumenta la duración, no tiene sentido esa expresión. La relación que existe entre una figura simple y la misma figura con puntillo, es que la figura con puntillo (figura compuesta) representa la misma duración que representa la figura simple más la mitad de esa duración. Si por ejemplo la Blanca representa una duración de seis partes, la Blanca con Puntillo representará una duración de 9 (6+3) partes.
Me pregunto yo ¿Cuánto tiempo de su carrera musical ha dedicado este profesor a formarse como teórico de la Música? ¿Cuánto tiempo ha dedicado un músico con titulación superior al estudio crítico de los más elementales conceptos de la teoría musical? Del mismo modo que uno tiene que dedicar muchos años de preparación para ejercer como intérprete o como compositor, hay que prepararse durante muchos para ejercer como teórico. Al músico inculto la posibilidad de la razón no le sirve para nada, porque le falta la mediación de muchos años de estudio, de verdadero y elevado estudio.