Por Alejandra Casado Salcedo
Escríbeme un versito corto
que atrevido se resbale,
abandonándote para ser mío,
para con poco decir mucho
y sonrojarme de improviso.
Confiesa en él que estoy en todas partes
¡que en el silencio soy tu ruido!,
confiesa que en tu pensamiento
están mi nombre y apellido.
No me compares con las flores,
ni repitas lo que otros han dicho.
Dime que el silencio no es silencio,
porque escuchas mi latido.
Alejandra forma parte del grupo de estudio El Saber de la Filosofía
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