Por Yanira Sánchez Pérez
Tú no me amas,
me pretendes,
en el tiempo y el lugar
y de la manera
que a tu interés conviene.
Si me amaras
tuya harías mi necesidad
de vivir en paz
libre de la enfermedad
de tu insolencia.
Si me amaras
saldrías de ti y
abandonar podrían tus alas
el lodo de tu egoísmo siempre.
Exhausto te ofrezco mi mano,
por definitiva vez última;
¡qué traspase tu alma
las cuatro paredes oscuras
que la mantienen presa,
para salir conmigo al Universo
hasta que su última luz deje de vernos!
Yanira forma parte del grupo de estudio El Saber de la Filosofía
No hay comentarios:
Publicar un comentario