Me voy a referir de manera crítica a un contenido que aparece en el primer tomo del libro Anti-Marx, de Juan Ramón Rallo; antes de ello tengo que hablar de la perniciosa conducta intelectual que Rallo despliega en su obra. Lo suyo es el resumen, el acudir a pensadores marxistas, pero que no son Marx, y mostrar el pensamiento de Marx con sus palabras —las de Rallo, digo—; el resultado, el penoso resultado, es una caricatura del pensamiento de Marx. El pensamiento tan profundo y tan complejo de Marx no se puede resumir, ni exponer con palabras de nuestra propiedad, ni se puede exponer por medio de otros pensadores; sobre todo si a lo que se aspira es a derrocar a Marx: son multitud los que, intelectualmente, han muerto en el intento. Juan Ramón Rallo —que solo habla para los suyos, que piensan poco y mal—, en su cruzada anti Marx, ha cavado, como intelectual, su propia tumba. Mi pretensión es escribir una serie de artículos que demuestren que lo que Rallo cree saber del pensamiento de Marx es muy poca cosa, y lo que sabe lo sabe de una manera muy enredada y muy alejada de lo que es el modo de pensar materialista y dialéctico; vamos a ver si lo consigo.
El título del apartado de El Capital al que Rallo hace referencia reza así: “Forma simple, individual o fortuita del valor.”
Este es el ejemplo que Marx pone de esta forma simple: x mercancía A = y mercancía B, o x mercancía A vale y mercancía B. Expresado lo mismo en un ejemplo particular: 20 varas de tela = 1 traje, o 20 varas de tela valen un traje.
Dice Marx: “El secreto de toda forma de valor se encierra en esta forma simple. La verdadera dificultad yace, por eso, en su análisis”.
Las mercancías poseen una forma de valor que es común a todas las mercancías, la forma de dinero. Un ejemplo: compramos a un vendedor ambulante una Flor de Pascua por cinco euros, para el vendedor el valor de su mercancía ha pasado de la forma de valor de uso a la forma de dinero, y para el comprador la forma de dinero ha trocado en forma de valor de uso.
Marx nos advierte acerca de la dificultad en el análisis de esta forma simple de valor, pero el amigo Rallo no ha hecho caso alguno de esta advertencia.
Habla Juan Ramón Rallo: “A la mercancía que, dentro de un intercambio, expresa activamente su valor (20 varas de tela), Marx la denomina Forma Relativa de Valor, mientras que a la mercancía que se emplea pasivamente para que otra exprese su valor en ella (1 traje), Marx la denomina Forma Equivalente de Valor”. Y añade: “En otras palabras, la mercancía cuyo valor queremos medir es la Forma Relativa de Valor y la mercancía con la que medimos su valor es la Forma Equivalente de Valor”.
Habla Karl Marx: “Aquí, dos mercancías distintas, A y B, en nuestro ejemplo traje y tela, desempeñan dos papeles distintos. La tela expresa su valor en el traje, el traje sirve de material de esta expresión de valor. La primera mercancía juega un papel activo, y la segunda uno pasivo. El valor de la primera mercancía se representa como valor relativo, o se encuentra en forma de valor relativa. La segunda mercancía funciona como equivalente o se halla en forma de equivalente”.
No hace falta sabiduría alguna para darse que cuenta de que lo de Rallo es una chabola marxista —el adjetivo contradice al sustantivo— y por el contrario lo de Marx es un rascacielos verdaderamente marxista.
Muchos son los defectos del Marx de Juan Ramón Rallo. Vamos de momento con el primero. En la exposición de Rallo no se muestra algo que es muy importante, a saber, que en toda relación de valor de dos mercancías se halla contenida una expresión de valor. Distinguimos relación de valor de expresión de valor. 20 varas de tela = 1 traje es una relación de valor; en ella está contenida esta expresión de valor: La tela expresa su valor en el traje, el cual sirve de material de expresión.
Para no agobiarnos, llegamos de momento hasta aquí. Continuará.
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