Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Jorge Luis Borges
Lo más complejo en la producción artística es la forma; es lo más complejo y lo más complicado de alcanzar. Esta afirmación no es producto de reflexiones arbitrarias y caprichosas realizadas sobre una actividad, la producción artística, que es ajena a mí, todo lo contrario, es fruto del pensar sobre mi larga y dilatada experiencia en el mundo de la creación artística. No me he limitado a crear, he ido más allá, he dedicado, además, largo tiempo a conceptualizar la propia actividad práctica de la creación, que yo concibo como un hacer pensando y un pensar sin dejar de hacer. En la producción artística no me guían las fórmulas, los clichés, sino los conceptos; al mismo tiempo que voy creando, voy conceptualizando.
En el mundo de la creación literaria, en cuanto al asunto de la Forma, son multitud aquellos que carecen de la capacidad de ir más allá de lo meramente formal, se limitan a copiar eso formal, a copiar eso que está al alcance del entendimiento de todo el mundo. Entendimiento no es lo mismo que conocimiento.
Pero la Forma no se compone de lo formal, en todo caso se une a lo formal, se apoya en lo formal, para desplegarse. Pensemos en una melodía popular que ha permanecido viva durante siglos en gracias a la tradición; esa melodía tiene una forma, forma que nunca fue pensada, pero que tiene que ser pensada si un compositor pretende hacer una obra musical partiendo de esa simple forma . La melodía popular tiene también un orden formal que la iguala a otras melodías; pensemos, por ejemplo, en las melodías venezolanas, llamadas aguinaldos, que tienen unos rasgos comunes, de carácter rítmico sobretodo, que las iguala. Mientras el público las escucha en su tradicional forma las sigue sin apenas esfuerzo mental, pero cuando se las presenta fuera de su ser tradicional, simplemente acompañadas de una manera distinta a la tradicional, su escucha se hace más costosa, precisa de un esfuerzo mental mayor. Lo formal es un cauce, pero no es un río, el río lo da la forma.
En el fragmento de poema expuesto al principio, lo formal viene determinado por la extensión de sus versos y el cómo éstos se ordenan según la rima: A B B A. Si nos limitamos a lo formal, cualquier aficionado a la escritura puede igualarse a Borges; pero si vamos más allá de lo formal y nos adentramos en la Forma, está muy complicado igualarse a Borges.
Forma es Contenido o es consecuencia de un determinado contenido; no cualquier contenido es apto para la consecución de la Forma. Cuando digo Forma, no digo Forma en abstracto, digo Forma en concreto: Forma Artística. Lo siento por la persona que, llamando por teléfono, participa en un programa radiofónico y lee para la audiencia un poema de su autoría, que ella dice que emana de su corazón. Pero el corazón no sabe producir un poema con verdadera forma artística, tal capacidad no viene del corazón, ni viene del cielo, sino que proviene de un espíritu artístico producido a base de muchos años de estudio y de actividad práctica creadora, donde hay que incluir los frutos defectuosos de esa actividad y a los que, el verdadero artista, les niega la vida, y deja que se descompongan en la oscura y silenciosa papelera.
Lo que de manera inmediata nos dice este fragmento de poema es que la forma literaria no se construye en base al uso y abuso de palabras raras, que existen mayoritariamente en los silenciosos renglones de los diccionarios; tampoco en base a expresiones complicadas y retorcidas que ni el que las escribe entiende. Contrario a eso, el arte literario consiste en crear una forma en base a las palabras y expresiones de la vida cotidiana, palabras y expresiones dispuestas de tal modo que, bajo esa disposición, bajo esa forma, no se encuentran en la vida cotidiana. La vida cotidiana nos proporciona lo prosaico, el arte convierte eso prosaico en materia literaria. La naturaleza proporciona arena y agua, lo prosaico, el escultor devuelve la unión de ambos elementos en forma de arte, al que llamamos escultura.
En la próxima entrega nos detendremos en los versos de Borges, profundizaremos los aspectos de la forma y del ritmo.