sábado, 20 de enero de 2024

Imposición de clase

 

A base de leer y escuchar reiteradamente a Juan Ramón Rallo, ideólogo del capitalismo, he ido descubriendo su conducta intelectual frente al pensamiento de Marx; es la siguiente: toma un determinado pensamiento de Marx, hace una caricatura de ese pensamiento, para luego negar esa caricatura, creyendo que de esa manera ha conseguido negar el verdadero pensamiento de Marx.
En este vídeo Rallo manifiesta lo siguiente: “Según Marx, en una sociedad dividida en clases, por ejemplo, la sociedad capitalista, es la clase dominante la que impone su visión de como funciona el mundo”. Eso Marx no lo ha afirmado nunca, el pensamiento de Marx reza así: “En una sociedad dividida en clases la ideología dominante es la ideología de la clase dominante”. Para que haya una imposición ha de suceder que millones de capitalistas que pueblan el amplio mundo se pongan de acuerdo para imponer al resto de los mortales su ideología, lo cual, salta a la vista, es un sinsentido, por decirlo de manera elegante, de manera que no se ofenda nadie.
Pensemos en Aristóteles, un pensador grande y eterno, ¿cuál era su ideología?: la ideología de la clase esclavista, la ideología de la clase dominante. Para esa ideología lo natural era la división de la sociedad en amos y esclavos. Para esa ideología el esclavo debía su existencia al amo. Para la ideología feudal el siervo debe su existencia al señor feudal. Para la ideología  capitalista, el trabajador debe su existencia al capitalista.
Vamos con una ilustración de este dominio ideológico. En televisión, en el transcurso de un debate, un periodista de izquierda, dijo: “Ojalá que en España existieran muchos más empresarios como Amancio Ortega”. Este pronunciamiento manifiesta claramente el dominio de la ideología capitalista, aún para la gran mayoría de personas que se declaran de izquierda. Hagamos más concreto el cómo se da este dominio ideológico. A nivel mundial, el número de trabajadores de Inditex, la empresa que lidera Amancio Ortega, asciende a 165 mil; lo que significa que 165 mil personas (clase trabajadora) ya no pueden ser un Amancio Ortega, y también significa que para la existencia de otro Amancio Ortega se precisan otras 165 mil personas. La ideología dominante dice que esas 165 mil personas deben su existencia a Amancio Ortega, cuando en realidad es al revés, Amancio Ortega (91.000 millones de euros, es su patrimonio) debe su existencia, como capitalista super millonario, al trabajo de 165 mil personas. Para que se de la existencia de capitalistas super millonarios como Amancio Ortega es preciso la existencia de una sociedad dividida en clases, división esta que se concreta en que por una parte hay una gran masa de personas que carecen de la propiedad de los medios de producción para crear los bienes necesarios para su existencia, y por otra parte hay una minoría que es propietaria de esos medios de producción. La Industria, el Comercio y las Finanzas está en manos del gran capital, y por medio de esta propiedad  la clase capitalista se apropia de trabajo ajeno, del trabajo creado por la clase trabajadora; su propiedad privada se edifica en base a la apropiación permanente de trabajo ajeno.
Este pensamiento crítico con el mundo capitalista que aquí expongo yace aplastado por la ideología capitalista dominante, dominio que se fortalece con el llamado cuarto poder, los grandes medios de comunicación de masas, medios que también son de su propiedad.

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