No será hoy, ni quizás mañana
cuando desarropado me mire a los ojos
y descubra que estoy solo, no.
Me han corrompido las deudas;
estoy en deuda contigo.
Mujer del viento y rostro pálido,
a ti te debo el Cáliz
que resucita mi nombre,
pue con cada escritura de versos
te reproduces
y con cada porción de tu cuerpo
vibras y revives mi alma, a ti,
corazón de marfil,
paloma azul, diamantes verdes:
no me quedan gracias para devolverte.
Carlos Martín
Carlos Martín forma parte del grupo de estudio el Saber de la Filosofía
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