En el comienzo de El Capital dice Karl Marx lo siguiente: “La utilidad de una cosa hace de ella un valor de uso”. Pongamos el pensamiento en un cuchillo, que yo voy a usar para pelar y cortar papas: la utilidad que tiene el cuchillo de cortar hace de él un valor de uso. Pongamos ahora en el pensamiento a un maligno duende que coge mi preciado cuchillo y deja en su lugar un palo, con una leyenda que reza así: “vale por un cuchillo”. Como el nombre de una cosa no hace a la cosa, el palo carece de la utilidad que tiene el cuchillo, la utilidad de cortar, por lo tanto, no es un valor de uso. El palo no es un valor de uso de modo relativo, esto es, en relación a la utilidad que tiene el cuchillo. Pero no podemos afirmar que el palo no sea un valor de uso de modo absoluto, dado que lo podemos usar, por ejemplo, como pisapapeles.
Mediante la actividad artística de la escultura y con el instrumental adecuado empiezo a darle forma al palo hasta alcanzar la figura de un cuchillo. Ahora en lugar de un palo cuya forma es abstracta, forma cúbica, tengo un palo con forma concreta, forma de cuchillo. El palo del comienzo es de forma abstracta porque posee muy pocas determinaciones, el palo del final, después de mediar la actividad de la escultura, es de forma concreta porque se ha llenado de múltiples y diversas determinaciones. Cualquier escultura es siempre el resultado del paso de lo abstracto a lo concreto. Este cuchillo de palo a pesar de su perfecta figura de cuchillo carece de la utilidad de cortar que tiene el cuchillo real, por lo tanto, no es, en relación a lo que es un cuchillo real, un valor de uso.
Después de haber conseguido que un insignificante palo alcanzara la figura de cuchillo, le he tomado gusto a la escultura y me he puesto a construir otro cuchillo de madera, pero esta vez he usado como materia prima la madera Ipe, la madera más dura. Ahora tengo un nuevo cuchillo de madera, con una hoja muy afilada, con el que no puedo pelar papas pero si puedo trocearlas; este nuevo cuchillo de madera no sólo tiene una perfecta figura de cuchillo sino que, además, tiene la utilidad relativa de cortar, lo que hace de él un valor de uso. Digo que mi nuevo cuchillo de madera tiene la utilidad relativa de cortar porque carece de la utilidad de pelar papas.
Aprovechando que yo dormía, el duende maligno se ha llevado mi preciado cuchillo de madera de Ipe y ha dejado en su lugar una piedra de mármol; ha trocado nuevamente un valor de uso en un no valor de uso. Duende maligno, bandido ladrón de valores de usos.
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