sábado, 11 de mayo de 2024

La rosa es roja

 

Un pensamiento de Hegel en movimiento

 

En la proposición la rosa es roja se afirma que un particular (la rosa) es un universal (lo rojo). Se afirma que una cosa (un particular) es su contrario (un universal). Lo universal (lo rojo) solo puede existir en lo particular (la rosa).
 

Tenemos encima de la mesa una rosa roja, un lápiz rojo, una goma roja, una cuchara roja,… Decimos, entonces, que la rosa es un particular existiendo junto a otros particulares. Decimos que lo rojo es lo universal (lo uno) existiendo en varios particulares, existiendo en lo múltiple y diverso. Si en la mesa tuviéramos solamente rosas rojas, tendríamos lo múltiple pero no lo diverso.
 

En el modo de saber de la dialéctica se habla de la unidad de los contrarios. Los contrarios son lo particular y lo universal, esa unidad se da, por ejemplo, en la rosa roja, en el lápiz rojo, … Esa unidad se manifiesta también cuando se afirma que lo particular es un universal, que un particular es su contrario, un universal.
Por medio de lo particular (la rosa) se da lo universal (lo rojo).
 

Dice Aristóteles que una sandalia tiene un doble uso: como calzado (valor de uso) y como mercancía que se cambia por otra mercancía distinta (valor de cambio). Este doble uso de un bien ha existido en distintos modos de producción: Esclavista, Feudal y Capitalista. Ese doble uso constituye lo universal y cada distinto modo de producción constituye lo particular. El dinero es la mercancía universal, porque es la mercancía que puede cambiarse por cualquier otra mercancía. Cinco euros los cambio, por ejemplo, por medio pollo asado, por dos kilos de arroz, por doscientos gramos de jamón,… Los cinco euros es la mercancía universal que se cambia por innumerables y diversas mercancías particulares en proporciones determinadas.
 

El poder económico que domina al mundo, que ejerce su dictadura en el mundo, es el poder del capital financiero, descomunales encarnaciones de ese poder son las empresas de gestión de activos Blackrock (gestiona 9,43 billones de dólares) y Vanguard (gestiona 8,1 billones de dólares). Por centrarnos en BlackRock, ésta posee el 88% de las acciones de las quinientas mayores empresas estadounidenses, y gestiona activos de tanto valor que solo Estados Unidos y China de forma independiente podrían competir con esta compañía. Lo que estas empresas persiguen nos son mercancías particulares, ni para su producción ni para su comercio, persiguen tan solo la mercancía universal: el dinero.
Poderoso caballero es Don Dinero. Poderoso y universal, es pertinente agregar.


martes, 30 de abril de 2024

Quien se subió lo sabe

Por Alejandra Casado Salcedo 
 
Basta pisar una guagua municipal para comprobar que la falta de consideración es la tónica diaria de nuestra convivencia. Algo tienen esas puertas, o ese color amarillo, que hacen aflorar el individualismo y la falta de sensibilidad.
Si logras entrar en una hora punta se ha hecho el milagro: algún ser divino ha incitado a la gente a caminar hacia detrás para descongestionar la parte delantera, o alguna mente lúcida ha gritado que por favor avancen hasta el final. A otras horas no ocurre lo mismo,
la guagua va desahogada y sobran los asientos libres, pero con la faena de que los sitios que dan hacia la ventana corren una suerte de maldición, y los del pasillo ya están ocupados. Eso, o es demasiado el esfuerzo necesario para colocarse en el asiento de adentro y dejar al siguiente sentarse por fuera o, como mínimo, hacer ademán para
dejarle pasar.
Mucho más tienen que decir al respecto las personas mayores o con discapacidad a las que, por desgracia, y en demasiadas ocasiones, no se les da la preferencia que, ya no por norma, sino por respeto, les corresponde. Esta atención, que es triste que no nazca
espontáneamente del interior, es infrecuente, sobretodo, en los más jóvenes. Y por si fuera poco, una banda sonora compuesta por tiktoks, reels, audios de whatsapp e intimidades contadas en alto por videollamada, imposible de ignorar, acompaña el trayecto cotidiano.
En resumen: el amor al prójimo perdió su bono, no tiene suelto para pagar y, visto lo visto, se queda en tierra.
 
Alejandra Casado forma parte del grupo de estudio El Saber de la Filosofía


 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Las Dos Lunas

 En esta playa, a la que la gente del lugar, con toda la razón del mundo, llaman La Solitaria, la noche ha tomado las últimas posiciones, no hay ya más espacio por conquistar. Resultado de esta conquista lucen estas dos lunas en el cielo despejado, la luna de siempre y una nueva y desconocida luna. Pudiera ser que sean imaginaciones mías, pero no hay nadie por aquí cerca que pueda llevarme la contraria. Hace poco que una joven mujer pasó caminando por la orilla de la playa, pero iba en sus cosas, toda la naturaleza con la que iba tropezando le era ajena; ella andaba en la naturaleza, pero la naturaleza no andaba en ella; así que ella tampoco tendría la experiencia necesaria para llevarme la contraria; sea como fuere hay dos lunas en el cielo. Un doble camino de luz tamizada viene desde el horizonte hasta la orilla, donde las olas hablan en voz baja, hace mucho calor y la mar está en calma. La marea baja, ligero es el ruido, todo está dispuesto solamente para el sentido de la vista. Bienaventurados los que gozan de una vista aguda y sana; no se hizo este momento para los ciegos, ellos tienen otros momentos, donde el sentido del oído es la herramienta más poderosa para captar la realidad plena; nunca llueve a gusto de todos, dice la sabiduría popular.
Me pregunto si no serás tú una de esas dos lunas, si no será esa luna tu alma que quiere mostrarse discretamente, que quiere que sepamos hasta donde es capaz de llegar la bondad humana, que tan escasa es en este mundo, que quiere que aprendamos de una vez por todas lo que es cumplir con el sagrado mandamiento que nos reclama amar al prójimo como a uno mismo. Ya lo dije antes, pudiera ser que esa segunda luna sea tan solo producto de mi imaginación, que anda siempre produciendo mundos y no descansa. Lo que si es seguro es que la transparencia de tu pensar y de tu sentir, que no tienen trampa ni cartón tiene y donde se respira aire puro, no es imaginación de nadie ni es imaginación mía.
Mañana por la noche volveré a esta playa, con la esperanza de correr con la misma suerte. Nada perderé por venir en busca de la realización de esa esperanza. La esperanza, también hay un refrán que lo dice, es lo último que se pierde.



Marzo / 2024

domingo, 3 de marzo de 2024

El crimen

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
-sangre en la frente y plomo en las entrañas-.
...Que fue en Granada el crimen sabed -
¡pobre Granada-, en su Granada…
Se le vio caminar sólo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
-Ya el sol en torre y torre; los martillos
en yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
“Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!”
Se le vio caminar...
Labrad amigos,
de piedra y sueño, en la Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada! 

Antonio Machado

domingo, 25 de febrero de 2024

Inseguridad

 


Me preguntas: ¿De dónde proviene mi inseguridad? Vieja es esa pregunta tuya, tan vieja, que el polvo y el herrumbre la tienen casi sepultada. Permaneces a lo largo de los años igual a ti mismo, eres la quietud de las estatuas, estatuas que cuando se miran al espejo se encuentran siempre con la misma imagen, la imagen de la vida rutinaria de todos los ayeres. Eres siempre el ayer, nunca el mañana. Tienes la hechura de una momia, a la que hay que tratar con extremada precaución, no ser que al mínimo roce se desmorone hasta casi alcanzar el espacio de sus átomos. Bueno, yo te respondo; endeble es tu memoria. Tu inseguridad, como la de todos los mortales, proviene de la falta de capacidad para realizar con maestría el arte, o la industria a la que dices dedicarte. Te has pasado la vida anunciando que vas hacer, pero pocas veces haces eso que anuncias. Te saltas las etapas, vas a la Universidad a estudiar no sé qué carrera y solicitas que te apunten en el último curso; eres de los que se pasan la vida intentando aprender inglés en quince días. Lo tuyo es el camino llano, pánico le tienes al camino pedregoso, a los senderos de valles y montañas; no te enfrentas nunca al obstáculo, sigues de largo. No quieres el sufrimiento, no quieres el sacrificio, no quieres la responsabilidad, no quieres medirte con lo elevado, no quieres medirte con lo que tiene valía universal, no quieres salirte del mezquino mundo de tus particularidades, que no interesan a nadie. La seguridad material es lo que te mueve, de la seguridad espiritual nunca te has ocupado; ni el más rico de los mortales puede llevarse cosa alguna al otro mundo, cuando lo acondicionan en la caja, por muy lujosa que sea esa caja.

Toda elección de vida tiene su particular consecuencia. Hoy elijo la comodidad, la vida sin alboroto, sin sobresaltos, sin angustia ni ansiedad, la vida inconsciente de cuando se es niño, y mañana me tocará pagar las penosas consecuencias de esa elección mía. Esa elección de vida tuya te traído hasta aquí, hasta un ser que es poca cosa, un ser con las manos vacías, un ser de monótona e insípida historia, que ha caído en las garras de la vejez prematura.
Ya se te hizo tarde, transitas, careciendo de futuro, como una pelota carente de voluntad, en el camino oscuro y muerto del círculo.