jueves, 7 de agosto de 2014

La Regularidad

Dice Hegel en Lecciones sobre la Estética acerca de la regularidad: “La regularidad como tal es en general igualdad en lo exterior y, más precisamente, la repetición igual de una y la misma figura determinada que provee la unidad determinante para la forma de los objetos”.
La regularidad es igualdad en lo exterior. Pensemos en un sencillo edificio de ventanas rectangulares de igual tamaño; eso es igualdad en lo exterior.
La regularidad es la repetición igual de una y la misma figura determinada. La figura determinada es, es en este caso, la ventana rectangular.
Pongamos atención a las determinaciones de lo uno y de  lo mismo. Tenemos un saco de boliches de distintos tamaños y colores; sacamos un boliche, éste tiene la determinación de lo uno. Metemos nuevamente ese boliche en el saco; luego sacamos al azar otro boliche que casualmente es el mismo que sacamos anteriormente, éste tiene, ahora, la determinación de lo uno  y de lo mismo: decimos que es uno y el mismo boliche.
Vamos con un ejemplo de regularidad expuesto por Hegel: “El cubo es un cuerpo de todo punto regular. Por todos los lados tiene superficies de igual tamaño, líneas y ángulos iguales, ángulos que, en cuanto rectos, no son susceptibles de alteración en su tamaño, como ocurre con los agudos y obtusos”.
La regularidad como igualdad en lo exterior se da en el cubo del siguiente modo:

  • Igualdad en la superficie de todas sus caras.
  • Igualdad en sus aristas, todas son líneas rectas.
  • Igualdad en sus ángulos, todos son ángulos rectos.
La regularidad como la repetición igual de una y la misma figura determinada se da en el cubo del siguiente modo:
  • Cada cara del cubo es la repetición igual de una y la misma figura determinada: la figura del cuadrado.
  • En cada cuadrado se da la repetición igual de una y la misma figura determinada: las figuras determinadas son la línea recta y el ángulo recto.
De estas tres figuras, el cuadrado, la línea recta y el ángulo recto, hay una cuya dimensión no puede alterarse, la del ángulo recto, porque, de alterarse, éste dejaría de ser recto y el cubo dejaría de ser cubo. La alteración de la dimensión del ángulo recto implica que un cambio cuantitativo produce un cambio cualitativo.
El ángulo agudo puede alterar su dimensión sin perder su cualidad, mientras no alcance la dimensión del ángulo recto. Lo mismo ocurre con el ángulo obtuso. Un cambio cuantitativo en los ángulos agudo y obtuso no implica necesariamente un cambio cualitativo; mientras que un cambio cuantitativo en el ángulo recto implica necesariamente un cambio cualitativo.
La figura del cuadrado, al alterar sus ángulos rectos, cambio cuantitativo, se transforma en un paralelogramo, cambio cualitativo.
La regularidad provee la unidad determinante para la forma de los objetos. La unidad determinante para la forma del cuadrado la da la igualdad en sus lados y la igualdad en sus ángulos. Perdida la unidad en sus ángulos, el cuadrado sufre un cambio cualitativo, de cuadrado a paralelogramo.

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